¿En qué consiste un Blanqueamiento Dental?
Lo primero que debéis saber es que este tratamiento debería verse englobado dentro de una planificación estética de la sonrisa. Suele ser un punto de desencuentros entre dentista y paciente y suele ser porque el paciente deposita unas expectativas irreales en este. Es importante atender a otros factores decisivos en la estética de la sonrisa, como es la proporción de los dientes en cuanto a su ancho y largo, lo que se enseñan los dientes en el marco de nuestros labios, su forma, su nivelación, su alineamiento…la salud de nuestras encías.
Es habitual cuando algún paciente viene demandando este tipo de tratamientos y vemos varios factores decisivos de su sonrisa que no se dan y de los que él ni si quiera se ha percatado. A veces un buen asesoramiento en este punto es vital para evitar malentendidos.
Parece algo novedoso, pero el primer blanqueamiento fue documentado en 1848. Los agentes blanqueantes que se usan en clínica, tanto los que se usan en sillón como en casa, son oxidantes que, en contacto con la saliva y la estructura dentaria, se activan y conducen al blanqueamiento dental.
Los resultados del procedimiento dependen mucho de la concentración del producto, del producto en sí (como en todo, no todos son iguales), además de la duración y las veces que se use.
Tipos de Blanqueamiento ¿Cuál es mejor?
Hay varios tipos de blanqueamiento, pero se pueden agrupar en dos:
- Blanqueamiento ambulatorio (se hace en casa).
- Blanqueamiento supervisado en consulta. Este a su vez puede verse intensificado con luz halógena o con láser.
Hoy en día vivimos inmersos en un mundo consumista en el que la venta a veces parece estar por encima de la prescripción médica. A veces se tienden a confundir términos y aplicaciones con márgenes comerciales. De ambos tipos de tratamiento la única diferencia en el resultado va condicionada por el tiempo y la aplicación del producto.
Esto es, en el caso del segundo tipo (el que se hace en consulta), al controlar el profesional el proceso, se puede colocar un agente blanqueante más potente. Esto tiene la única ventaja de disminuir el tiempo de aplicación. De igual forma, la luz halógena y el láser, son potenciadores del agente, reduciendo el tiempo de contacto para un mismo efecto.
Por tanto, no hay ningún método mejor que otro. Uno se aplica en mayor concentración y menor tiempo, por lo que es más rápido, pero no es mejor. Acuda a su dentista para ampliar información sobre el blanqueamiento dental y recuerde que debe de ir enmarcado dentro de un análisis personal para que los resultados sean satisfactorios.